De todos los juegos que puedes encontrar en un casino, quizás el más controvertido sea el póker. No estamos hablando de vídeo póker o la variante caribeña, sino de la versión de competencia que ha llegado incluso a copar la franja de primera hora de canales deportivos: No Limit Texas Hold’em. En este breve artículo, navegaremos sobre las principales diferencias de este juego que, aunque jugarse en los casinos, dista mucho de sus compañeros de mesa.

 

No se juega contra la casa

 

Quizás la diferencia más importante de todas. En casi todos los juegos de casino, el apostador lucha contra la casa. En Blackjack debes vencer la combinación de cartas del dealer, en la ruleta el casino “te gana” si la bola no cae donde predijiste. La casa siempre tiene una ventaja positiva, lo cual a largo plazo siempre dejará ganancias para los operadores.

 

Sin embargo, en No Limit Texas Hold’em no juegas contra la casa, sino contra otros jugadores: el objetivo del juego es quedarte con las fichas de todos tus rivales. En pocas palabras, tus ganancias dependerán en gran medida de tu habilidad, y la habilidad de tus rivales. ¿Cómo gana dinero la casa? A través del cobro de comisiones por organizar los juegos.

 

Ciertamente los torneos de juegos de casino, que se han vuelto populares en Blackjack o Tragaperras, por ejemplo, han cambiado esta realidad un poco; sin embargo, el factor habilidad toma aún más relevancia en estos.

 

Factor habilidad

 

El factor suerte o azar es determinante en los juegos de casino. Siendo transparentes, no importa que estrategia utilices, la casa siempre tiene las de ganar debido a que tiene las probabilidades a su favor. Sin embargo, como en Texas Hold’em la casa ya aseguró sus ganancias, todo se reduce a un juego entre personas, en el cual lo normal es que la más habilidosa gane en el largo plazo.

 

Resaltamos el término “largo plazo” pues, aunque el póker se considera un juego de habilidad, en el corto plazo la mala suerte puede jugar en contra de los profesionales, pero, si las decisiones que se toman en las mesas son las correctas, es decir, son las apropiadas estadísticamente hablando, en el largo plazo las ganancias del jugador lo demostrarán.

 

Otro punto importante sobre la habilidad es que en Texas Hold’em no necesariamente los jugadores deben mostrar sus cartas para ganar una mano. Puedes engañar a tu rival y

hacerle creer que tienes una mano poderosa para que este retire sus cartas, y así quedarte con sus fichas sin una confrontación.

 

Torneos mundiales

 

La última gran diferencia que resaltamos es la existencia de torneos de talla mundial. Ya mencionamos que los casinos vienen organizando torneos de Blackjack o Baccarat, entre otros, pero estos solo tienen como objetivo entretener a los apostadores, mientras que en Texas Hold’em, los torneos como la Serie Mundial de Poker (WSOP por sus siglas en inglés) se juegan desde hace más de 50 años, y en cada edición se coronan como campeones los máximos exponentes de este deporte.

 

En el llamado evento principal, se ponen millones de dólares en la mesa cuando llega el momento del enfrentamiento final, en el cual compiten dos jugadores que han sobrevivido a varios días de juego y a miles de eliminaciones. Es realmente emocionante y el ganador inscribe su nombre en la historia del juego.

 

Como puedes ver, son varias las diferencias entre el Texas Hold’em y los juegos de casino, y quizás su única similitud sea el sitio donde se juegan y el hecho de jugarse con cartas.